CASCADA EL CHIFLON CHIAPAS.Tzimol, Chiapas.- “Velo de Novia” es una majestuosa caída de agua de 120 metros de altura; forma parte de una serie de 8 cascadas de “El Chiflón”, centro turístico ubicado en el municipio de Tzimol.El río San Vicente, que tiene su origen en el lugar conocido como Ojo de Agua, en la cabecera municipal de Tzimol, en su trayecto hacia la Depresión Central forma cascadas dentro de las que destacan cuatro, de las cuales una tiene una aproximación de 120 metros altura, formando varias figuras, un atractivo natural y turístico.Esta maravilla de la naturaleza se encuentra a 32 kilómetros de la cabecera municipal de Comitán y forma parte del recorrido turístico Depresión Central Camino Real, Siglo XVI, que incluye Copanaguastla, Ojo de Agua y La Rejoya.
Se llama “El Chiflón”, pero tiene muchos chiflones; su murmullo se oye a lo largo de los 970 escalones que conducen hasta el Velo de Novia, admirado por alrededor de 50 mil visitantes, nacionales y extranjeros, tan solo en el periodo vacacional de Semana Santa.80 vigilantes cuidan la seguridad de los cerca de mil turistas que, diariamente en este período, arriban al lugar que oferta diversidad de servicios.Genaro Jiménez Cantoral, de la Sociedad Cooperativa San Cristobalito, enseña orgulloso los cientos de senderos que nos salen al paso; éstos van desde los andadores a las cristalinas aguas del Río San Vicente, luego convertidas en verde turquesa, conforme aumenta su profundidad.A lo largo de todo el trayecto, desde que inicia el recorrido, se disfruta del mágEs un lugar de ensueño, ideal para traer a la novia en luna de miel y descubrir juntos, al día siguiente, la increíble belleza de una verde mañana”, expresa, poético, Jiménez Cantoral.De las ocho cascadas se encuentra, primero, “El Suspiro”, de unos 25 ó 30 metros de altura, y el nombre parece derivar de esa reacción natural del cuerpo cuando el hombre se enfrenta a lo sublime.Más allá aparece el “Ala de Ángel”, la segunda cascada anunciada, de unos 60 ó 70 metros de altura.Tres Caídas, de tres metros cada una, es el siguiente espectáculo natural que ofrece al turista el Río San Vicente; éste, por cierto, descarga con sus macabíes en el Río Grijalva, en la Presa de la Angostura, pero aquí, maravilla al visitante.
Y, finalmente, luego de subir los cerca de mil escalones, contando los que conducen a cada uno de los miradores, pozas y remansos, se llega a la cascada mayor, “Velo de Novia”, recibiendo a la visita con su eterno rocío, su imperecedero murmullo, con la mítica historia de una sirena que ahí, con su canto, enloquecía a los hombres, donde el viaje se corta en forma abrupta ante lo majestuoso de la caída de agua, desprendida 120 metros arriba, en el peñasco.Y, ciertamente, es casi imposible transitar por el sendero y evitar al mismo tiempo la necesidad inapelable de tocar el agua, de llevársela con ambas manos al rostro o mojarse con ella los cabellosico canto de las aves.